Marta Querol, escritora

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Mi regalo navideño

Publicado por Marta Querol en Sobre mis obras · 12/12/2016 13:42:28
Tags: Libro_dedicadoYo_que_tanto_te_quiero
Por estas fechas, hace más o menos un año, andaba yo muy nerviosa y emocionada. Por fin la última entrega de una saga familiar que había comenzado a escribir en 2006 vería la luz, llegaría a los lectores que con tanta insistencia ―¿verdad, Toñi?― me habían preguntado que para cuándo. Era una apuesta complicada, las condiciones para publicarla no eran las mejores, pero me decidí porque el respeto a los lectores está por encima de otras consideraciones. El vértigo de saber qué pensarían de esta última obra, de si el final era digno y dejaba satisfechas las exigencias de los seguidores de la saga, de saber si los nuevos lectores que empezaban con ella disfrutaban de las andanzas de Lucía Company tanto como los que habían leído los anteriores, me quitaba el sueño. Para mí es lo mejor que he escrito y esperaba que los lectores también lo apreciaran.

México lindo

Publicado por Marta Querol en Sobre mis obras · 15/3/2016 11:50:22
Tags: MéxicoMarta_QuerolYo_que_tanto_te_quiero
Las cosas nunca salen como uno imagina. Cuando decidí publicar con CERSA «Yo que tanto te quiero» quedaban algunas opciones abiertas y, como la esperanza es lo último que se pierde, en algún rinconcito de mi cerebro latía esa luz verde del sueño por cumplir. Como en España esa era la mejor opción firmé contrato con CERSA y me olvidé del resto. Al menos mis lectores españoles ya tenían la novela en sus manos. Hace un par de semanas, mi agente literario ―Piluca Vega, de Página Tres―, me informaba, pletórica, de que por fin una de las editoriales que estaba valorando la novela había dado una respuesta favorable e íbamos a firmar contrato. No podía creerlo. Lo compartí entusiasmada con la gente cercana, con los que están en «my house» ―quien ha leído mi última novela sabe a qué me refiero―, e imaginé el momento de la firma del contrato. Recordaba las fotos de algunos amigos escritores inmortalizando la escena, con el documento sobre un mueble sobrio, una pluma de esas chulas, de las de antes, elegante, y una botella de whisky raro, de esos de marca solo para iniciados, todo de atrezzo glamouroso y sobrio. Yo también me haría una foto para la posteridad: firmaría con uno de mis bolígrafos de siempre, el Cross que me regalaron mis compañeros cuando cambié de trabajo, estaría monísima de la muerte y, en vez del whisky, me acompañaría una taza de infusión con el té chino de nombre también raro que me regaló mi siamesa, Marina Lomar, humeando.
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