No es Juego de Tronos, es el proyecto de estado Islámico
Sé que son vacaciones, que la gente necesita desconectar y disfrutar de la paz estival, pero por desgracia el mundo nunca descansa y las guerras mucho menos. Y además hacen ruido en los medios y llenan espacios que la política nacional deja vacante por el éxodo de agosto, y es difícil no asistir a lo que está pasando con la mala conciencia de verse en biquini dedicado a sestear mientras se masacra a gente en algún lugar lejano. Asistimos con dolor a los bombardeos en la franja de Gaza, al conflicto en Ucrania, a las matanzas de Isis… Pero, como en todo en esta vida, asistimos también a la constatación de que hay muertos de primera y de segunda, muertos que levantan ampollas y pancartas, y otros que apenas existen para nadie más que para sus familias y para algún cooperante que nunca volverá a ser el mismo (quien no haya leído este artículo, que lo haga: «Esto es un genocidio medieval»).