Yo estoy con las víctimas.
Si hay un lema que siempre me ha dado grima, incluso miedo, es el de que el fin justifica los medios. Me parece uno de los terremotos más peligrosos para los cimientos de la ética que se pueden cometer, bajo la apariencia de la mejor de las voluntades. La pregunta tramposa que muchos han hecho de «¿es que no queréis la paz?» no es correcta.