Y más piratas…

He estado mucho tiempo ausente concentrada en mi tercera novela ―en realidad sería el final de una primera macro novela, divida en partes―, pero por fin terminé, y para retomar el blog he pensado compartir con quienes se dejan caer por aquí algo sucedido esta semana. Sé que es un tema que de tan trillado apenas tiene interés. Cada uno ha elegido una trinchera y no va a cambiarse a la de enfrente por mucho que le digan. Pero no pierdo la esperanza, me queda algo de candor, aunque no mucho, y confío en que muchos en el fondo saben que lo que hacen no está bien, que sus justificaciones carecen de fundamento, que su única excusa es la comodidad y el egoísmo, además de ser ilegal. Seguro que lo saben. Aunque sea muy, muy en el fondo. Aunque no lo reconozcan.

Es difícil mantener esa esperanza, cada día suceden cosas que la minan. Llegan avisos de nuevas páginas de enlaces de descarga gratuita con tu novela como parte del pastel, te encuentras con profesores de instituto que reconocen que se descargan tus libros (mientras te felicitan por lo mucho que les ha gustado), o gente de bien cuelga delante de tus narices, por «solidaridad» ―con los autores no, claro―, los enlaces a esas páginas «amigas» en espacios que compartes con los lectores.

Tal vez sea una batalla perdida, como muchos me dicen, pero siempre puede hacerse razonar a algunos de los adeptos a la lectura abusona, gente cuyo código moral le impele a protestar por los contratos esclavistas, por los sueldos abusones, por desmanes varios.

La mayoría de los escritores no viven de escribir, es imposible (hice un estudio hace dos años de lo que ganan los escritores y quería repetirlo con información actualizada pero el INE ya no facilita los datos en que me basé), pero eso no implica que deban hacerlo gratis salvo que esa sea su voluntad. Los que tienen la suerte de tener un trabajo que les dé de comer, dedican su tiempo de descanso a trabajar en su sueño, en lo que les gustaría que fuera su medio de vida, y en ello empeñan años hasta construir una historia digna de ser leída. Otros no tienen la suerte de tener un trabajo, y malviven como pueden ―como tantos otros en este país― mientras dan lo mejor de sí mismos en sus escritos.

Pero en el fondo tanto unos como otros sueñan con hacer algo digno de poder vivir de ello y dedicarle a ese trabajo todos sus esfuerzos. Lo más probable es que, por buenos que sean, nunca lleguen a nada por distintas razones. En el mercado editorial se ha colgado el cartel de «No hay entradas» y solo se cuelan algunos nuevos de forma milagrosa. Pero a eso hay que añadir que si sus novelas gustan, entrarán en el circuito de textos «compartidos» y sus descargas pasarán desapercibidas para los circuitos editoriales. Si has tenido la suerte de meter cabeza en una editorial, las ventas distraídas por esa vía opaca te dejarán en la cuneta.
A los autores consagrados también les perjudica, y en su caso el daño económico es elevado, pero tienen su carrera hecha y les publicarán, vendan lo que vendan. Es igual de injusto en ambos casos, pero para los que empiezan puede ser el final de una carrera apenas iniciada.

¿A qué viene esta digresión? A una conversación que tuve no hace mucho por privado en FB y que me tomaré la libertad de reproducir sin desvelar a mi interlocutor. Creo que de esa forma no perjudico a nadie. La conversación no la empecé yo, y fue a raíz de que una persona colgara un enlace de descargas gratuitas en un página de comentarios de libros en la que participo como lectora, y además por decisión de sus creadores comparto la administración con ellos. Al igual que yo, otros autores comentan en aquel rincón los libros leídos (hablamos de lo que leemos, no de lo que escribimos), así que me tomé la libertad de hacerle ver que, además de estar publicitando una página delictiva y ajena a los fines del grupo, suponía una falta de respeto para los autores que allí participábamos. Y a raíz de esto se suscitó la siguiente conversación:

LECTOR/A:
Buenas tardes Marta, en ningun momento creo que le haya faltado el respeto a nadie, ya que soy bastante educada, siento si te molestara que pusiese esta pagina gratuita ,(que por cierto no es mia) solo lo hice con la buena intencion para que la gente pueda leer sin tener que gastarse una pasta en un libro que tienen precios desorbitados y encima no vale lo que piden por ello en estos tiempos que corren.

YO
Bueno, para empezar es un delito. Esas páginas son ilegales. Y libros hay muchos a muchos precios. Los míos sin ir más lejos están a 1,89€ en cualquier librería digital, y como los míos los de muchos autores más. Otra cosa es querer leer el último best seller nada más sale, y regalado. La paciencia es una virtud, y los libros con el tiempo bajan. Además de que tienes todos los clásicos gratuitos y legales, si de verdad lo que se quiere es leer y no satisfacer un capricho a costa del trabajo del prójimo. Somos varios los autores que participamos en esa página, por amistad, como lectores, y sinceramente sí me parece una falta de respeto traer una página en la que nos roban nuestro trabajo de años. Pero comprendo que no lo compartas, tú no intentas hacerte una carrera en este mundo, y no tienes ni idea de lo complicado que es. Un saludo.


LECTOR/A
lo siento por ti, que tengas una vida tan dura, pero seguro que hay gente que la tiene mas que tu. un saludo

YO
Por supuesto, y que tú también. Eso no tiene nada que ver. No es excusa para robar el trabajo ajeno. Un saludo a ti también.

LECTOR/A
Que yo , seguro, porque que, que yo sepa no me he quejado de nada ya que sería una hipocresía si me quejase de algo teniendo todo lo que tengo y estando el mundo como esta. Pero por supuesto que no voy a seguir con esta conversación que no nos lleva a nada, sólo a seguir que tu me sigas tachando de ladrona, lo que pienso de ti me lo reservo, lo que no voy a reservarme es la página de libros gratis solo para mi, Un saludo y espero que esto quede zanjado de una puñetera vez.

YO
Te has quejado del precio de los libros, te parecen un robo que justifica robar a los autores, que nos llevamos el 10{19d92153dfb98e74191b8f903c3be878fdc326dc3ae1df978264d2f2feca73e2} del precio del libro. Eso sí, con buena intención. Es como si me dices que las naranjas, los coches o los bolsos son un abuso y vas pregonando donde los regalan porque son robados, y en este caso, además, lo haces en casa del perjudicado. Ese es el problema, que no sois conscientes de que es un delito, y además os importa poco (como queda claro en tus respuestas) lo que les ocurra a los autores. Tienes razón, no vale la pena. Los autores sabemos que es una realidad difícil de atajar, pero intentamos razonar con la gente porque hablando muchos se dan cuenta de que hay otras vías. No es tu caso, evidentemente. Y tú, por supuesto, compartirás esa página, pero al menos ten la delicadeza de no hacerlo donde estamos los propios autores. Si nos ahorras ver cómo expolian nuestro trabajo, quedaré agradecida.

Y para que veas que hay buena voluntad, ¿quieres libros gratis? En este enlace encontrarás joyas de la literatura universal, gratis y LEGALES http://www.gutenberg.org/browse/languages/es


Esta fue la conversación mantenida con alguien que tiene una posición, que vive bien, que reconoce que no pasa penurias y que presume de buena educación.

Y no es un caso aislado, no es la primera conversación que mantengo con los supuestos Robin Hood literarios. Me han llegado a decir «pues te jodes», «me importa un carajo tu trabajo y seguiré leyéndolo gratis», «os merecéis lo que os pasa» y lindezas semejantes (recuerdo: mis novelas han oscilado de 0,89€ a 1,99€). Muchos amigos y colegas me dicen que no conteste a estos mensajes, que no merecen que pierda el tiempo, pero tengo la manía de contestar a todo el mundo. Lo que nunca haría es abrir yo una conversación así por privado.

Quiero pensar que algún día se valorará el trabajo de los escritores y otros artistas, y se llegará a pagar un precio justo por él. Pero hasta que eso llegue, estamos jodidos. Y los que empezamos bastante más que los consagrados, aunque en términos monetarios ellos pierdan más que nosotros. Yo seguiré intentando razonar con la gente mientras sea posible. No pierdo la esperanza de que alguno, cuando vaya a hacer clic en un libro de descarga ilegal, recuerde esta entrada (o alguna similar de las miles que hay en la red) y se moleste primero en buscarlo en las librerías on line, y si el precio le parece abusivo de verdad o que no lo vale, como decía esta persona, que busque otro que sí lo valga.

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