Mi nueva novela, ya publicada.

La semana pasada comenté que había publicado una novela de forma clandestina, con seudónimo, y os reté a adivinar cuál era. No era difícil viendo mis redes sociales y atando cabos con el seudónimo. Como prometí, hoy desvelo cuál es y por qué la he publicado como lo he hecho.

Como algunos habéis descubierto, se trata de El infiltrado: La Puerta del Cielo, publicada bajo el seudónimo de M. S. Quebec. Algunos que adivinaron mi autoría me han preguntado por qué con seudónimo. Es simple, por desligarla de mi obra anterior, ya que es muy diferente.

La razón por la que he querido que vea la luz así, un poco a «fosques» que decimos en mi tierra y como el propio ambiente de la trama, ha sido intentar que se leyera sin prejuicios o ideas preconcebidas derivados de que la autora fuera yo. Aproveché que Amazon convocaba su premio literario como acicate para terminar de pulirla y publicarla, como una forma de ponerme una meta. No sé si a otros autores les pasa, pero cuando termino una novela necesito olvidarme de ella para trabajar en la siguiente. Tener una agencia es una ayuda, porque ella se ocupa del proceso siguiente, la publicación, pero cuando, como en este caso, lo que cae en sus manos descuadra las expectativas de aquellos a quienes les llega y no prospera, volvemos a la casilla de salida.

Mis contactos en el mundo literario (agencia, editoriales…), miraron la obra con recelo, sin demasiadas ganas: «Querol no escribe eso», decían. En su camino por distintas mesas editoriales me he dado cuenta de que a unos les chirría que yo, mal etiquetada como autora de novela contemporánea, haya escrito un thriller sobrenatural, y a otros les chirría que un thriller sobrenatural sea de una autora desconocida en este género. Los que han leído Breverías saben que puedo tocar palos muy distintos. Pero sí, eso es lo que yo escribo, porque lo importante es el fondo, el envoltorio es la excusa para contar algo más profundo, como he hecho en todas mis novelas y cuentos. Unos esperaban de mí otra novela contemporánea, y para otros, como las editoriales de género, no veían en mí a una escritora de su línea editorial. Tras dos años de travesía sin sentido ni puerto cercano, me decidí a sacarla con seudónimo en un intento de ser leída sin prejuicios, sin ponerle cara ni nombre y apellido a la lectura. Algún amigo ―gracias, Vicente Marco― me dijo que era un error, que esperara, que le llegaría su momento, pero no le hice caso.

Han pasado dos años desde que partió a ver mundo hasta que ha vuelto a mis manos y, llamadme impaciente, me quemaba en el cajón y quería que saliera a la luz y dejara vía libre en mi cerebro para la siguiente. Necesitaba que empezara a caminar y el mundo editorial, si ya estaba complicado durante la pandemia, ahora es imprevisible. No hay más que ver algunas noticias recientes. Todo esto metido en una coctelera me empujó a publicarla a través de la plataforma de KDP e incluirla en el #PremioLiterario2020 de Amazon. Lo del premio es anecdótico: no sé qué se valora ni cómo ―el jurado va desde profesionales del periodismo cultural hasta blogueros, pasando por ganadores del premio, escritores superventas y otros de reciente llegada al panorama literario, si bien es seguro que a ellos les llegará una pequeña selección―; hay poca información ―no es fácil manejar una lista de miles de participantes sin unos criterios previos para la criba y, tras analizar los destacados por la plataforma, es difícil adivinar el criterio―; condiciones dispares ― había cuatro meses de plazo para publicarla en la plataforma y yo la publiqué el 2 de agosto, tres meses más tarde que muchas otras― y muchos candidatos ―más de dos mil.

Intenté animar a que mis seguidores y lectores la leyeran. La pena es que, como dije en un comentario anterior, la gente se interesa más por la tontada de un sobrecito de azúcar que por una recomendación literaria. Desde la barrera no he podido hacer mucho por promocionarla,  además de tener poco tiempo para ello, y un par de amigos escritores me han insistido en que debía decir que era mía. Y ha llegado el momento.

La alegría ha sido comprobar que ha gustado a públicos muy diferentes, incluso siendo una novela de un género que no acostumbran a leer.

En la nueva web está la ficha del libro con toda la información, y en esta entrada del blog como es su presentación oficial os dejo también la sinopsis:

Los naturales de Arlodia, un pueblo tranquilo de algún lugar perdido en Centro Europa, han convivido durante siglos con las almas de los recién fallecidos antes de que emprendan su último viaje y crucen la Puerta del Cielo. Es un lugar donde la vida y la muerte conviven en paz y sus habitantes cumplen un importante papel en el equilibrio de fuerzas entre el Bien y el Mal, convertidos sin ser conscientes de ello en un purgatorio en la Tierra.

Pero la apacible existencia de los lugareños se va a ver alterada por la llegada de un misterioso y encantador viajero que los enfrentará a situaciones desconocidas y pondrá a prueba su esencia más profunda. Solo Gabriela es capaz de ver lo que el recién llegado esconde y con la ayuda del páter Cósimo luchará por descubrirlo.

Una intrigante trama dónde los dilemas morales se mezclan con lo sobrenatural y el thriller. ¿Hasta dónde serías capaz de llegar con los estímulos adecuados? El libre albedrío, el poder de los seres tóxicos y la influencia de las circunstancias en la conducta, sustentan una trama que discurre por un mundo con sus propias normas creado por M. S. Quebec pero que puede extrapolarse a nuestros días.

Este ha sido un proyecto muy personal, una apuesta por la libertad de hacer y escribir lo que me apetecía. Cada momento tiene su inspiración, y esta historia oscura tuvo el suyo. La idea original nació en un relato que se hizo a propuesta de un autor amigo con un fin concreto: apoyar económicamente, a través de los beneficios de la venta de una antología de relatos, un portal literario que en ese momento atravesaba dificultades. La temática propuesta para los relatos participantes fue «El cielo y el infierno», para mí un reto ya que se alejaba de lo que había escrito hasta ese momento. Pero con el relato terminado y todo en marcha el proyecto se frustró y mi cuento se quedó huérfano. Era un relato largo, de unas quince páginas, muy concentrado.

De eso hace muchos años, de cuando publicaba con Aladena, y desde entonces ha dormido en un cajón hasta que los amigos que lo leyeron me alentaron a ampliar la historia. Marina Lomar, siempre dispuesta a animarme a escribir, me convenció del potencial de la historia y de mi capacidad para desarrollarla. Me dio la confianza y el empujón necesarios para emprender el camino. Había creado un mundo imaginario con sus propias normas, un purgatorio en la Tierra por donde todos tenemos que pasar, y ella me insistió en que era una pena no sacarle partido. En ese camino surgieron los Kormick, la historia del páter Cósimo y cómo se llega a ser un guardián del Codex Lux Viatori, y muchas otras cosas.

Desde el principio tuve claro lo que quería contar. Ese pueblo imaginario, Arlodia, sería la excusa para hablar del poder de la gente tóxica, de lo difícil que es juzgar a nadie, de los manipuladores de conciencias, de la fuerza de los instintos primarios… y de tantas otras cosas, alguna de las cuales me las han descubierto los propios lectores con sus comentarios. Habrá quien lea la historia sin más, como un thriller en un ambiente de fantasía que se lee rápido y ya está. Pero muchos (está pasando) verán además el fondo que encierra la historia y que, como en todo lo que escribo, tiene una carga de profundidad fuerte, algo que lleva a la reflexión y queda en la memoria tras cerrar el libro.

Agradezco a los que me han enseñado que en la vida nada es blanco o negro; que las personas cambian y las apariencias engañan; que las circunstancias influyen en cómo somos y que nuestro libre albedrío es el que marca la diferencia, y algunos lo tienen más difícil que otros. También agradezco a los manipuladores, narcisos y perversos (o perversas) que me he cruzado en el camino. Sin esas vivencias no podría haber escrito esta historia ni haber dibujado un personaje como Frederick von Tirpen, como Isabel Barceló me hizo ver.

La cizaña - Zona NegativaTambién agradezco a Goscinny y Uderzo ―hinco la rodilla―, porque estoy convencida de que parte de la idea original me vino de mis lecturas de infancia de Astérix y Obélix. Recuerdo una en particular, tan divertida y acertada como todas las suyas, en la que el arma letal que los romanos enviaban a la aldea gala era un hombrecillo malencarado y cizañero, aunque mi infiltrado nada tiene que ver con aquel marrullero.

La fuerza de esta historia consiguió barrer de mi mente los personajes que me habían acompañado en el lustro anterior, los Lamarc, un proceso a veces difícil cuando te han calado tan profundo como aquellos lo hicieron.

Ya solo queda confiar en que os animéis a leerla y os guste como las anteriores a pesar del cambio. De momento, solo puede comprarse en Amazon, aunque alguna librería me la ha pedido y la tiene en su establecimiento, no es problema.

14 Comentarios
  • Fina Señalada López
    Escrito a las 09:23h, 02 octubre Responder

    ¡Que alegría! Nuevo libro tuyo que seguro me gustará tanto como los anteriores.
    Cuando leí tu recomendación apunté enseguida el título, pero mi lista de lecturas es cada vez más larga y el inicio de curso de mis hijas me trajo menos tiempo para leer.
    Me extrañó el nombre del autor y «algo» me hizo pensar que lo tenia que leer si o si cuanto antes.
    Lo acabo de encargar así que en nada te leo.
    Tu libro se ha infiltrado en el primer puesto de mi lista de lecturas.
    Seguro que le va muy bien y llega muy lejos.

    • Marta Querol
      Escrito a las 16:56h, 02 octubre Responder

      Muchísimas gracias por la confianza, Fina. Espero que te guste, es una novela especial. Un abrazo.

  • Manuel Clemares Sanchis
    Escrito a las 16:47h, 02 octubre Responder

    Hola Marta, me descargué el anticipo del libro por tu recomendación, me gusto y estoy deseando leerlo, después de unos días de abatimiento tras la operación, estoy acabando la novela El paciente, en cuanto la acabe, me pongo con El Infiltrado. Te deseo mucho éxito

    • Marta Querol
      Escrito a las 16:59h, 02 octubre Responder

      Muchas gracias, Manuel. Espero que ese ojo evolucione favorablemente y puedas desarrollar tu actividad habitual sin problemas. Toda una responsabilidad seguir a El Paciente. Espero que te guste. Un abrazo.

  • Carmen Martín Audouard
    Escrito a las 20:18h, 02 octubre Responder

    Marta, mi ¡Enhorabuena! Lo he leído dos veces, porque mi gran defecto es que cuando un libro me gusta lo «devoro» después en la segunda lectura lo reposo y lo disfruto doblemente.
    Me ha parecido filosófico, dulce, y con una bondad, tan bonita, que sin duda debía triunfar.
    Ver maldad y bondad frente a frente, hace pensar en nuestras propias vidas. Creo que has hecho muy buen con ese seudónimo. Muchas gracias a ti por escribirlo y a nuestra común amiga Almudena por su recomendación sin decir la autoría.
    Enhorabuena de nuevo y un abrazo.

    • Marta Querol
      Escrito a las 12:35h, 03 octubre Responder

      Carmen, no sabes cuánto bien -hablando de bondad- me hace tu comentario. Ha sido un parto difícil y leer algo como lo que me dices, me anima mucho. Muchas gracias por darle una oportunidad y por compartir conmigo tus impresiones. Me son muy valiosas. A ver si se abre camino.

  • Carmen Piá Ibáñez
    Escrito a las 21:50h, 02 octubre Responder

    Por fin! Ganas de tenerlo. Da igual cómo lo firmes.
    Enhorabuena!

    • Marta Querol
      Escrito a las 12:36h, 03 octubre Responder

      Muchas gracias, Carmen. Agárrate que vienen curvas, jajaja.

  • Tony Jordán
    Escrito a las 11:40h, 03 octubre Responder

    Gracias por tu nueva novela, Marta. Estaba con muchas ganas de volver a leerte.
    Ya lo he leído y me ha encantado, incluso lo recomiendo con entusiasmo. Si buscas una historia diferente esta es tu novela.
    El libro me ha recordado paralelismos que ocurren en la vida de todos nosotros. Por ejemplo, cuando tu grupo de amigos es un remanso de paz, alegria y concordia hasta que la llegada de un nuevo integrante, que en principio parece la pera limonera, emponzoña el grupo con dimes y diretes, inventando falsedades sobre los demás y manipulando las voluntades de los amigos del grupo.
    Reconocer a este tipo de personas tóxicas no siempre es fácil, incluso, en ocasiones, llegas tarde a desenmascararlo y ha conseguido hacer mucho daño con su verborrea y actitud envenenadora.
    Cuando un libro te da que pensar, para mí, es un buen libro.

    • Marta Querol
      Escrito a las 12:39h, 03 octubre Responder

      Muchas gracias, Toni. Esa era la intención, hacer reflexionar y que al cerrar el libro se recuerde. Así es, las personas tóxicas son hábiles y difíciles de detectar. Me encanta que cada lector está encontrando un mensaje personalizado, algo que tiene que ver con su vida, a pesar de haberlo ambientado en ese mundo fantástico que es Arlodia. Un abrazo y gracias siempre por tu apoyo.

  • RAMIERI Gérard
    Escrito a las 08:00h, 05 octubre Responder

    Espérons poder leerlo pronto ! Se pue de comprar por AMAZONE ? BESOS PARA TI DE NIZA

    • Marta Querol
      Escrito a las 13:52h, 06 octubre Responder

      Genial, Muchas gracias, Gerard. Sí, está a la venta en Amazon. Un abrazo.

  • Pablo Vara
    Escrito a las 21:53h, 21 octubre Responder

    Buenas noches. Recién encargado. Seguro que no defrauda.

    Saludos cordiales

    • Marta Querol
      Escrito a las 23:20h, 21 octubre Responder

      Muchas gracias por la confianza, Pablo. Espero que te guste.

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