LUL 3: los ebook son caros

Hace un par de semanas deshacía el mito de que ser escritor o vivir de vender libros es jauja. Y entonces me refería solo a las ediciones de papel. Me quedó pendiente comentar aquella otra afirmación, repetida hasta la saciedad por los internautas/twiteros de que los libros electrónicos son caros, que deberían ser casi gratuitos ya que no tienen costes asociados (uno o dos o más años de trabajo no cuentan) y que las editoriales los ponen muy caros para forrarse y si los bajaran de precio venderían por castigo.


Estas afirmaciones a mí al menos me dan dolor de estómago porque encierran y encadenan tantas suposiciones falsas que no sé por donde empezar a desgranarlas. No entraré en aquello de que no es lógico ni asumible regalar el trabajo de varios años porque ya lo he comentado en otras ocasiones.

Empezaré por la inexactitud qué fina soy más obvia: los ebook son caros. Falso.

Dejando al margen los muchos clásicos gratuitos que están disponibles u obras de autores noveles o casi noveles que quieren darse a conocer (como Sergio G. Ros o Esteban Navarro) y que prácticamente regalan sus obras, también pueden encontrarse libros de autores conocidos como Blanca Miosi, Ángeles Goyanes, o incluso best sellers de los de reseña en suplemento cultural y entrevista mediática como Juan Gómez Jurado, Pérez-Reverte entre otros, a precios de risa. Mi novela sin ir más lejos ha oscilado entre los 2,99€ con que se ofrece ahora en Navidad a los 4,60€ que era su precio estándar (cuando en librerías está a 22€). ¿Dónde está el problema entonces?


Tal vez es que cuando se habla de que no hay ebooks baratos o que su precio está demasiado cerca de la edición en papel se refieren a las novedades, libros recién salidos del horno, calentitos y en plena campaña de promoción, que tienen su hermano grandote y más caro en papel y en el que la editorial ha invertido una cantidad considerable de dinero que espera recuperar, a ser posible con algo de beneficio por aquello de que no es una ONG. Así que ese título deseado de un autor de renombre y recién publicado parece lógico que no se ponga a precio de saldo al menos hasta haber amortizado la inversión en papel. Porque aunque el ebook se venda menos, es evidente que podría quitarle ventas de todos aquellos que ya leen ebooks y, cuánto más conocido el autor, mayor es el riesgo de trasvase porque vender, vende. Esa era la queja de Javier Sala en el otro post sobre este tema (LUL-2), haciendo alusión al último de Rothfuss cuyo precio apenas mejoraba en 3€ en la edición digital. Imagino que la editorial lo que querrá es vender primero el de papel y luego dios dirá. El último Alatriste de Pérez-Reverte está a 9,49€ pero el primero a 3,35€. La impaciencia nos puede y queremos lo último del primero a precio de planta de oportunidades.



Y aquí enlazo con la otra falacia que se maneja con alegría, y es que con un precio económico los ebook se venden como rosquillas, por millones. Recuerdo como Carmen Amoraga se quejaba en su muro de FB de que la editorial le había liquidado  por la edición digital de su novela Finalista del Planeta 2010 solo 100 libros en su primera facturación, y fueron (fuimos) muchos los que le dijimos que para internet estaba muy bien. La afición a la lectura es bastante escasa en nuestro país y aun siendo mayor en otros, tampoco es un hobby de mayorías. Y en lector electrónico todavía menos. Leen los que leen, y esos leen mucho. Pero son muchos más los que no leen nada, y no es por un problema de precio sino de costumbre, formación y gusto personal. Yo he hecho la prueba, y aunque no soy una best seller, ni llevo más que un par de meses en Amazon, puedo extraer algunas conclusiones de mi experiencia. He modificado varias veces el precio, más bajo en la promoción de lanzamiento y ahora por Navidad, y más caro (relativamente, porque nunca ha llegado a 5€) entre esas dos ofertas, y el ritmo de ventas no se altera, ni para bien ni para mal. Se mantiene estable y al menos en mi caso no es determinante. Simplemente vender en Internet tiene sus tiempos y aunque el precio pueda influir, el que quiere leer un libro concreto lo compra (siempre que no sea un atraco) y a partir de ahí va eligiendo entre lo que menos conoce pero le atrae por otros motivos, siendo el precio uno más pero ni el único ni el más importante dados los precios que se barajan.


Claro que hay quien está vendiendo muy bien Fernando Trujillo, Giménez Sasieta y Armando Rodera son ejemplos de triunfadores en la red que no publicaron en papel y no se plantea ya la edición tradicional, pero me temo que el porcentaje de superventas es similar al del cuadro que puse en LUL-2, y que el precio no es lo que más ha influido en el éxito de sus obras.

Así que resumiendo, sí que hay una amplísima oferta de ebooks muy económicos, no es cierto que a precios reventados se vendan millones de libros sin más, y los que son más caros deben tener su razón de ser, aunque a priori no nos lo parezca y con el tiempo bajan.


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