Luces y sombras. De 2022 a 2023

Todos los años hago un balance en el blog de cómo han ido las cosas y cómo veo el futuro. Este año ha sido muy difícil en muchos sentidos y, escribir, uno de ellos. Poco he escrito en el blog o en Zenda, y en lo literario las circunstancias y mi salud me han hecho tomarme un año sabático. Desde el viaje a los Balcanes que, por muchas razones, merecía una entrada, no había subido nada. El cariño y las vivencias que allí aquilaté me aportaron la energía necesaria para hacerlo. Fue un viaje que me hizo mucho bien.

También, poco a poco, abandoné las reseñas del canal de YouTube, aunque son varios los libros que he leído en todos estos meses y me han gustado. Suelo acertar en mis lecturas, y en Goodreads podéis leer opiniones de casi todos ellos. El último vídeo es de hace 5 meses, de la novela Años de Mentiras, de Mayte Esteban. Es una coincidencia curiosa porque, precisamente, por aguantar las mentiras de alguien durante más de un año, dejé también de hacer vídeos. Arrastraba el problema desde junio de 2021 y, al principio, hice un esfuerzo por no tener en cuenta el ruido de fondo y seguir, al menos, con esa actividad. Disfruto leyendo y hablando de libros y, si con ello puedo difundir el trabajo de algún colega, fenomenal. Dejé de hacerlo el día en que alguien de un club de lectura me comentó que, al buscar las reseñas de mi canal, se había topado con unos vídeos muy desagradables contra mí, que si podía comentarle algo. La sensación de vergüenza, de humillación, fue mayúscula. No sabes cómo reaccionar. ¿Das una explicación? ¿Cuentas toda la historia? Parece que te justifiques. ¿Callas? El que calla otorga. Hagas lo que hagas, mal, y el daño estaba hecho. Solo te queda hacer bien tu trabajo y que, al tener la oportunidad de conocerte en persona, lleguen a sus propias conclusiones, algo que no harán los que no te conocen.

Sabía de la existencia de los vídeos, había tenido que tragármelos para desmenuzar el contenido por temas legales. En su día los denuncié a YouTube, con nulo resultado, e hice un esfuerzo para seguir con normalidad. Yo las preocupaciones las neutralizo bailando, es mi terapia. Pero ser consciente de que quien te busca en Internet termina llegando a esa mierda (y disculpad el lenguaje), fue duro, muy amargo, y se sumaba a todo lo que llevaba aguantado. Además, con la clara implicación de personas a las que has apoyado ciegamente en el pasado. No hay horas de baile suficientes para olvidar eso.

A título informativo: denunciar que te acosan o difaman en sitios como YouTube o Wikipedia a través de sus plataformas no sirve de nada. Ni contestan. Lo de Wikipedia ha sido una experiencia que, cuando todo esto pase, la contaré con calma, detalle y DATOS, porque la imagen que tenemos tiene poco que ver con lo que hay detrás, y puedo asegurar que he agotado todas las vías posibles para resolver de forma educada y civilizada la deriva que consintieron y apoyaron. En YouTube, salvo que seas alguien de renombre y remuevas a medio mundo para que denuncie en masa el vídeo, pasan de ti. No contestan y, mientras tanto, aprovechan para MONETIZAR tu daño, es decir, gana dinero con cada visualización de la mierda que un desaprensivo ha vertido en su plataforma. No les interesa quitarlo. Hemos probado una vía más expeditiva y, si hay resultados, lo sabremos pronto.

Ser consciente de que publicitar mis vídeo-reseñas terminaba por dirigir a quien las buscaba a dos vídeos difamatorios sobre mi persona (hay un tercero que también me afecta, aunque deja casi peor al autor del mismo y a la propia Wikipedia), hizo que se me quitaran las ganas. Me recordó que me están humillando a diario desde hace más de año y medio, que cada paso que doy en redes sociales puede acabar con más visualizaciones, más sensación de indefensión… Y eso quita las ganas de hacer muchas cosas que antes hacía. Durante meses mi actividad en redes se redujo a la mínima expresión.

Alguno estará pensando que por qué no lo denuncio en un juzgado. Está denunciado, y admitida la querella a trámite. Desde el 4 de agosto de 2022, por tres delitos, y recientemente ampliado a un cuarto delito, el de acoso, también admitido a trámite en noviembre. Está todo en fase de instrucción y espero que prospere. Y esto es real, no como cuando este individuo me acusó a mí FALSAMENTE en todas sus RRSS de estar imputada, con documentos judiciales incompletos, hablando de delitos que no existían, y que sus seguidores se tragaron como pildoritas, cuando su burda denuncia había sido archivada y él lo sabía. Hasta posible asesina han llegado a llamarme públicamente…

Estamos en Navidad y puede parecer raro que tenga en la cabeza cosas tan negras. La verdad es que han sido unas navidades preciosas, familiares, emotivas, cargadas de cariño y también de añoranza. Lo normal, como tantas familias bien avenidas. Pero hay dos razones para recordarlo justo ahora. La tarde de Navidad, la mayoría solemos dedicarla, además de a comer más de la cuenta, a charlar, a jugar en familia, a ver una peli, a disfrutar de los regalos si no se dan en Reyes… El autor de los vídeos de 2021 que mencionaba, no: dedicó la tarde de Navidad de 2020 a eliminar referencias y todo el contenido que pudo del artículo que alguien había creado sobre mí en Wikipedia. Yo acababa de anunciar la firma del contrato de mi última novela, El infiltrado, con la editorial Sargantana. El Ying y el Yang, el Bien y el Mal, unos pasan el día de Navidad de buen rollo y compartiendo cariño y otros viendo cómo hacer daño al prójimo cuando ven que las cosas le van bien. Ahora, el 25 de diciembre, me viene a la cabeza porque la querella está muy reciente. Ha sido un infiltrado que descubrí tarde, pero que ha conseguido engañar a muchos por el camino.

La segunda razón es que, como muchos pudieron ver, el martes 27 de diciembre participé en el concurso El cazador (si alguien no lo vio, puede hacerlo aquí), de TVE1, como voluntaria de Mamás en Acción, en un programa especial navideño con fines solidarios. Fue una experiencia maravillosa, aunque había tenido un fin de semana duro por problemas de salud derivados de todo este mal rollo que he contado antes. El 1 de diciembre tenía que declarar el investigado ante el juez y se suspendió por problemas técnicos en la grabación, ya que era por videoconferencia. Era la segunda vez que se suspendía. El día de la grabación del programa, cercano a esa fecha, no estaba en mi mejor momento. Fui por la causa para la que iba destinado el dinero y porque no había tiempo material para reaccionar. De nuevo, no pude evitar pensar que esa difusión podría terminar en más visualizaciones de esos vídeos y que mi tensión, bastante desbaratada, volviera a darme un susto.

Del equipo de Mediacrest, productora del programa. guardo un recuerdo maravilloso: muy profesionales, nos transmitieron tranquilidad, explicándolo todo las veces que hizo falta. Un engranaje perfecto desde maquillaje a la directora, pasando por regidores, cámaras, Arancha, Noelia y Cristina (un amor), y, como no, Rodrigo y Ruth (la Gobernanta) que es una mujer con un corazón enorme. No me olvido del conductor que nos devolvió al hotel y tuvo un detalle precioso. Yo creo que les supo casi tan mal como a nosotros que no nos lleváramos el bote, pero con 13 aciertos en la última ronda es imposible ganar (quien siga el programa sabe de lo que hablo). Tuvo sus tomas falsas (a mí se me escapó alguna intimidad, que menos mal que no salió en antena, y Rodrigo se atascó en un trabalenguas que no había manera de que saliera). Mis compañeros fueron de 10, con unas causas maravillosas: Pachucho (Fran) de Payaso Hospital, a los que en Mamás en Acción conocemos bien porque hemos coincidido más de una vez; Álvaro, un ayudante de Rey Mago de la asociación Ningún niño sin sonrisa, quien consiguió una cantidad espectacular de dinero para el bote, y Sergio, de la asociación de acogimiento familiar ADAFA y que no pudo evitar emocionarse al contar su generosa y dura labor. Os dejo en cada uno el enlace a su asociación por si estáis interesados en colaborar con alguna de ellas.

No pudo ser, los nervios nos ganaron en la contrarreloj. Yo estuve lenta y me da rabia porque con un poquito más de velocidad con el pulsador, quien sabe… Ya digo que no estaba en mi mejor momento. Pero la experiencia valió la pena. Ha sido mucha la gente que me ha contactado para decir que vieron el programa, amigos, conocidos, seguidores de redes… y que se han interesado por los proyectos solidarios.

Ell 27D, justo antes de la emisión, tuve la última y definitiva discusión con los miembros de Wikipedia (en realidad con uno, los demás suelen mirar y callar, y lo que uno decide, sea justo o no, va a misa, no vayan a tener una discusión entre ellos), donde al fin puso las cartas sobre la mesa. Lo de Wikipedia ha sido una odisea que da para una entrada individual con mucha más información de la que disponía en 2021. Ventajas de que te nombren non grata por denunciar con sinceridad malas prácticas internas: que tienes libertad para hablar sin tapujos y contar hasta lo que callaste.

Pero en este año, por fortuna, ha habido cosas maravillosas. Además de la estupenda experiencia de El cazador, también participé en otro concurso de televisión, en Apunt, y ahí sí gané para Mamás en Acción el premio. Curioso, nunca en la vida había participado en un concurso de televisión y este año en dos, y los dos para Mamás en Acción.

En marzo entregué mi novela Días de Cristal a mi agencia, Página Tres. Una historia que podría integrarse en el género romántico, donde se mezcla comedia, drama, reflexiones, humor, sensualidad, vivencias y una forma de narrar actual y ágil. Una historia con la que muchísimas personas pueden empatizar, porque las situaciones que aparecen son de mucha actualidad y en la que tengo puestas muchas esperanzas.

En abril pude visitar a mi familia, previo paso por Chicago, algo que siempre me llena el corazón. Están lejos geográficamente, pero viven en mí cada día y poder visitarlos fue un privilegio. Por cierto, Chicago es una ciudad espectacular. Muy recomendable.

Aunque 2022 ha sido un año duro, para olvidar en algunos aspectos (hablo de lo personal, aunque la coyuntura mundial también es pavorosa), hay una palabra que ha hecho que valga la pena: AMISTAD. Podría decir que los amigos me han salvado el año: las amigas de la infancia, las de hace más de 30 años, a las que quiero doblemente infinito; las que me acompañan y arropan en todo lo que hago desde hace unos diez años; los que han pasado a convertirse en familia con un vínculo tan fuerte como el de la sangre; los que están ahí y aunque los veas poco los sientes mucho; los que el destino ha puesto en mi camino este año y los siento como si los conociera de toda la vida tras compartir apenas dos semanas; el que me lleva de la mano con pulso firme en esta tortura que arrastro año y medio… La AMISTAD, el CARIÑO, el AMOR desinteresado, son fuerzas poderosas que te lleva en volandas y te ayudan a superar los momentos difíciles.

       

También el baile. Parecerá una tontería, pero bailar me da la vida y  más en este año tan difícil. Tanto mis profes, Marina y Juanma (de Ritmos), y Maya, como mis compañeros de clase, con su buen humor y sus ganas de disfrutar nuestra afición común, han conseguido que cargara pilas cada semana.

El 2023 sé que va a ser un año intenso. Y bueno. Empezar con la querella hace que ya apunte maneras, y tengo confianza plena en el resultado. Las pruebas son abrumadoras y, de momento, gracias a la imputación, me he librado de amanecer cada día esperando a ver cuál es la nueva difamación o humillación por parte del querellado y el linchamiento de los irresponsables de sus seguidores en RRSS, que, sin conocerme de nada ni tener más información, opinaban con saña cada comentario. Más de 100 folios de insultos en 12 días de septiembre, más todo lo de 2021, están presentados en el juzgado. Pueden estar orgullosos. Igual que los «amigos» que han callado. Además, al recibir la imputación borró todo lo de esos doce días (tarde, ya estaba recogido) que afirmaba con tanto aplomo (cómo sería para que corriera a borrarlo) y canceló su cuenta de Facebook e Instagram. Un alivio. Seguimos adelante y el sol sale cada día.

En el trabajo también termino 2022 con movida intensa, a pares, pero también con visos de terminar en 2023, pronto y bien. Con suerte, para marzo todo habrá sido un mal sueño y puede convertirse en un gran año.

La familia sigue como una piña, aunque algún piñoncito vuele libre, pero con salud, proyectos de futuro y tan unidas como siempre.

Y en lo literario… Pues me he tomado un año sabático forzoso por mi salud, que no sé hasta cuando durará. Mientras tanto, mis novelas anteriores se siguen vendiendo y leyendo, desde la primera a la última, en España y fuera de ella, sobre todo en México y Estados Unidos. Y sigo a la espera de saber dónde acabará Días de Cristal, la que está pendiente de publicación. Confío mucho en la novela, he visto la reacción de los lectores cero y sé que puede llegar a un público muy amplio, pero el mundo editorial es complicado y se rige por parámetros que a veces tienen más que ver con lo que opinan de ti que con lo que escribes, por mucho que una tuitera se enfadara por esta afirmación. Pero estoy segura de que verá la luz y sorprenderá.

Si tuviera que escribir mi carta a los Reyes para 2023, mis deseos serían: viajar mucho, no perder a nadie en el camino, poder seguir colaborando con Mamás en Acción y la AECC, ver felices a mis seres queridos, ser de ayuda a quien lo necesite, retomar la escritura, ver publicada mi quinta novela y relanzadas las anteriores, y que quede al descubierto públicamente la cara B de quien me ha estado incordiando todo este tiempo.

Deseo de todo corazón que 2023 haga realidad los sueños de tanta gente buena como hay, que el famoso karma funcione, aunque yo no crea en él y que vuelva la Paz perdida.

Feliz 2023.

8 Comentarios
  • Garcia NazaretCarmem
    Escrito a las 10:59h, 01 enero Responder

    Lo primero Feliz Año. Y que se cumplan tus sueños.
    Leo tus lineas y me quedo perpleja con ellas. Hay gente mala en el mundo, y no sabemos en que rincon se esconden, por lo que estaremos a merced de la opinion de los envidiosos y Despachados.. La inmadurez personal se muestra de muchas maneras. Te agradezco tus palabras, pues me siento reconocida en algunas líneas y te entiendo perfectamente. No permitas que los demas destruyan tu mundo. La envidia es el peor enemigo. Tu fortaleza me ayuda a combatir mis miedos. Siempre somos fuerza para alguien. Continua en ese camino siendo fiel a ti misma y con la conciencia plena de saber q puedes descansar porque es limpia y como dice el refran: A tido cerdo le llega su San Martin.
    Feliz final de esta pesadilla y un mejor comienzo de nuevos proyectos. Te sigo leyendo. Uun abrazo

    • Marta Querol
      Escrito a las 15:06h, 01 enero Responder

      Muchas gracias, Carmen. Hay que luchas por lo que creemos y dejarnos avasallar. Es difícil, pero necesario. Te deseo lo mejor para 2023. Un abrazo y muchas gracias por leerme.

  • Montse
    Escrito a las 18:43h, 01 enero Responder

    Ay, Marta, 12 años después y seguimos en el mismo punto. De aquellas (cuando nos conocimos gracias al fénix) ya apuntaba maneras.
    Aunque no me veas, sabe que estoy.
    Por un 2023 lleno de lecturas y de éxitos.
    Un abrazo fuerte.

    • Marta Querol
      Escrito a las 21:08h, 01 enero Responder

      Muchas gracias, Montse. Así es, aunque nunca imaginé hasta qué punto podría llegar. Gracias por tu apoyo. Lo mismo te deseo, un año lleno de buenas lecturas y mucha salud. Un besote.

  • Aurora Gómez Cuevas
    Escrito a las 13:35h, 02 enero Responder

    Marta, eres muy valiente y te admiro! También para mi ha sido el año de encontrarte y ya te has quedado para siempre!! Por muchos años de amistad y porque en este 2023 te pasen cosas muy muy buenas.

    • Marta Querol
      Escrito a las 17:42h, 02 enero Responder

      EN esas letras estáis vosotros, para mí ha sido un regalo conoceros. Ojalá en ese 2023 podamos compartir muchos momentos bonitos. Un beso y mis mejores deseos, Aurora.

  • Mayte
    Escrito a las 23:27h, 02 enero Responder

    Ya sabes que contigo donde quieras. La justicia tiene que vencer.

    • Marta Querol
      Escrito a las 23:47h, 02 enero Responder

      Muchas gracias, Mayte. Sé que no estoy sola en esta lucha, y eso reconforta. Un abrazo grande.

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