Parece que el blog esté muerto, y cierto es que su actividad es casi nula, pero no quería irme de vacaciones sin desear un feliz verano a todos los que me han seguido durante tanto tiempo. La imposibilidad de aceptar comentarios de los lectores me ha quitado mucho aliciente a la hora de ponerme a escribir ―no le veo mucho sentido a subir temas que no se sabe si alguien lee o que no pueden ser comentados por quien se pase―; y tampoco la vida, a pesar de mis buenos propósitos, me da mucha tregua como para sentarme a escribir con el tiempo y la calma que necesito. Pero espero que esto sea temporal y que a la vuelta de vacaciones retome este espacio que tan buenos ratos me ha dado aunque siga sin poder abrirlo a las opiniones por problemas informáticos.

Para agradecer a todos los que por aquí han ido pasando y a los lectores que me siguen he pensado compartir un relato que escribí hace un año y que fue parte de una antología solidaria que os recomiendo vivamente. La antología se llama Del Loco al Mundo y en ella han participado autores consagrados como Sebastián Roa, Vicente Marco o Miguel Ángel Badal, o nuevos valores, casi best sellers, como Jordi Llobregat, Santiago Álvarez o Amparo Andrés Machí, además de muchos excelentes autores en vías de publicar (Marina Lomar, María Vicenta Porcar, Ángeles Pavía, Bernardo Carrión, Yolanda León, Eva Mª Marcos, Txema Gil, Raúl Borrás, Alejandro Mohorte, Enrique Huertas, Joana Chilet, José Luis Rodriguez, Miriam Jiménez, Elena Agúndez o Marisa Alemany), todos ellos miembros de lo que fuera El Cuaderno Rojo. Si alguien quiere comprarlo puede hacerlo en la página de Acen que, al igual que los autores, dedica todos los beneficios obtenidos con la antología a la formación de niños con parálisis cerebral.

También, como son muchos los que me preguntan por la publicación de la última novela de la trilogía de El final del ave Fénix, tanto por email como en Facebook o Twitter, os diré lo poco que sé. La tercera parte, terminada hace ahora un año, está siendo leída por varias editoriales, algunas españolas y otras extranjeras. Para mí, imagino que es lo normal, es la mejor de las tres que he escrito, no solo por ser la última, sino por lo que cuenta y cómo lo cuenta, por cerrar todo lo que quedó abierto en las anteriores y por la evolución radical de la historia y por haber cumplido el reto de que pueda leerse por separado, incluso como si fuera la primera de las tres. Espero que antes de final de año pueda dar una alegría a los que con tanto cariño me preguntan y que YQTTQ vea pronto la luz.

Y sin más, os dejo ya con mi relato incluido en del Loco al Mundo, El Ermitaño (pincha el enlace)