Siempre se ha dicho que el trabajo de escritor es solitario, y es cierto. Ya lo comenté hace tiempo en el blog. Es una actividad difícil de entender por quienes te rodean, te miran como si te hubieses vuelto un poco loca o ya no transitaras por este planeta como una simple mortal, aunque sigas siendo la misma que va a Mercadona, viaja en bus o se emociona con una puesta de sol. Te pasas horas, sin importar si es de día o de noche, sentada frente a la pantalla...

Acaba una época, la mía. Es un tópico, pero se acaba. Me miro al espejo y sigo viendo a la jovencita que de madrugada saltaba por encima de los sofás bailando al ritmo de George Michael y su Faith, cansada de preparar un examen de econometría que, tenía claro, quedaría para septiembre. Pero, aunque mi percepción me engañe, benevolente, la realidad es otra. George Michael ya no está, se ha fugado al mundo de los invisibles y, aunque a veces sigo bailando por casa como si no me viera nadie...

Quienes conocen la carretera del Mareny a Valencia saben que es una vía turística en la que se circula sin prisa ―y quien la tiene se la guarda―; donde ciclistas, tractores, furgonetas y coches conviven en un difícil equilibrio. Lo habitual en los días normales como hoy ―los fines de semana es otra cosa― es que se forme alguna pequeña caravana, tres, cuatro o cinco coches que circulan más lento de lo habitual porque el primero no llega a la velocidad de crucero. Uno se lo toma con calma, espera...

Esta semana ha sido intensa y agotadora. El martes, después del programa de radio en el que colaboro por las mañanas en CVRadio, partía hacia Madrid para firmar en la caseta de Teran en la Feria del Libro. Era la tercera vez en mi vida que acudía a esta Feria. Recuerdo la anterior con una sensación agridulce, acababa de presentar «Las guerras de Elena» en Madrid, en la Casa del Libro, rodeada de amigos y lectores fieles y la ilusión era enorme. La víspera a mi tarde de firmas me...

Yo no celebro Halloween. Tampoco celebro todos los Santos. Simplemente me reúno ese día, entre otros a lo largo del año, con los seres cuya ausencia me resulta tan potente que todavía necesito acercarme a ellos, hacer algo real, físico, más allá de tenerlos en mi pensamiento, como si todavía estuvieran aquí y pudiera invitarles a un café, tener una charla, sorprenderles con un regalo. Me empuja la necesidad de sentir que no se han ido del todo. Los cementerios no me impresionan, no me resulta una visita desagradable; me transmiten...

Alguna mañana cuando, siguiendo mi rutina habitual, hago mi ronda por las redes sociales, me encuentro con los «Me gusta» de un amigo especial, uno de verdad, de carne y hueso y corazón, uno de esos que sonríes cada vez que algo te lo recuerda y eso, exactamente eso, es lo que me pasa cuando encuentro sus «Me gusta», que sonrío y me siento un poquito más feliz. Es alguien que no está en su mejor momento o al menos en el pasado disfrutó de más facultades físicas. Por eso,...

Qué año más difícil para hacer balance, ha sido intensamente bueno e intensamente malo. Supongo que eso deja el año en tablas, pero lo potente de algunos sentimientos tal vez haya desnivelado la balanza hacia lo no tan bueno. Ha sido un año de hitos, de puntos de inflexión, de cambios radicales. En lo literario el año comenzó bien. Mi segunda novela veía la luz el 22 de enero con una presentación en el Ateneo Mercantil que dejaba un regusto dulce, a recompensa, a trabajo bien hecho. Me acompañaban casi todas...

Este pobre rincón de reflexiones y tonterías varias lleva unos meses al ralentí ―iba a decir que como como su autora, pero la autora lo que va es demasiado acelerada a pesar de sus buenas intenciones― pero en estas fechas no quería dejar de escribir lo que siento y recordar a los que tantas veces han pasado por aquí. La verdad es que verme en la obligación de cerrar los comentarios, por culpa del ataque continuo de spam que sufro, me desmotivó bastante. Un blog sin comentarios es como hablar ante...

No es un tópico. Al menos en mi caso y en muchos otros que conozco. Es una actividad bastante incomprendida incluso, o fundamentalmente, por aquellos que más cerca tienes. Cuando empiezas a dedicarle tiempo a la escritura no lo notas. La familia lo ve como algo original, como un pasatiempo un tanto friqui pero que mola, sobre todo si escribes para publicar, y lo consienten durante unos meses. Luego la percepción va cambiando. Tu actividad se convierte en esa manía, esa rareza inútil ―porque ya van viendo que esto, salvo un...

Casi todos los días bajo a caminar por el cauce del río. Nueve kilómetros de árboles, flores, y gente variopinta. Y desde hace meses, cada vez que bajaba, veía al mismo hombre. Un tipo de aspecto descuidado pero limpio, tranquilo, con pelo y barba largas tirando a trigueño. Durante meses he pasado a su lado preguntándome quién sería. Qué le habría pasado para llegar a ver pasar la vida sentado en una roca del cauce, inmóvil, sin apenas hablar con nadie. Un día lo vi haciendo algo parecido al ejercicio,...