Los naturales de Arlodia han convivido durante siglos con las almas de los recién fallecidos antes de que emprendan su último viaje. Es un lugar donde la vida y la muerte conviven en paz y sus habitantes cumplen un importante papel en el equilibrio de fuerzas entre el Bien y el Mal.
Sin embargo, la llegada de un misterioso y encantador viajero va a alterar la apacible existencia de los lugareños hasta enfrentarlos a situaciones desconocidas. Solo Gabriela es capaz de ver lo que el recién llegado esconde, y con la ayuda del páter Cósimo luchará por descubrirlo.
Una intrigante trama donde los dilemas morales se mezclan con lo sobrenatural y el thriller. ¿Hasta dónde serías capaz de llegar con los estímulos adecuados? El libre albedrío, el poder de los seres tóxicos y la influencia de las circunstancias en la conducta sustentan una trama que discurre por un mundo con sus propias normas.
18/12/2020 – Reseña en 17 Musas por Sonia Yáñez
11/12/2020 – Reseña en La cara oculta (El correo de Andalucía), por So Blonde
15/09/2021 – Vídeo Reseña en el canal de Las chicas Britt
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Este ha sido un proyecto muy personal, una apuesta por la libertad de hacer y escribir lo que me apetecía. Cada momento tiene su inspiración, y esta historia oscura tuvo el suyo. La idea original nació en un relato que se hizo a propuesta de un autor amigo con un fin concreto, ayudar a una persona a sacar adelante su proyecto, que en ese momento atravesaba dificultades. La temática propuesta para la antología en la que debía de participar era el cielo y el infierno, para mí un reto ya que se alejaba de lo que había escrito hasta ese momento. Pero con el relato escrito y todo en marcha el proyecto se frustró y mi escrito se quedó huérfano. Era un relato largo, de unas quince paginas.
De eso hace muchos años y desde entonces ha dormido en un cajón hasta que los amigos que lo leyeron me alentaron a ampliar la historia. Marina Lomar siempre está ahí para animarme a escribir y ella estaba segura del potencial de la historia y de mi capacidad para desarrollarla. Me dio la confianza y el empujón necesarios para emprender el camino. Había creado un mundo imaginario con sus propias normas, un purgatorio en la tierra por donde todos tenemos que pasar, y ella me insistió en que era una pena no sacarle mucho más partido.
Desde el principio tuve claro lo que quería contar. Ese pueblo imaginario, Arlodia, sería la excusa para hablar del poder de las personas manipuladoras, de lo difícil que es juzgar a nadie, de la fuerza de los instintos primarios… y de muchas cosas más. Habrá quien lea la historia sin más, como un thriller en un ambiente de fantasía que se lee rápido y ya está. Pero muchos (está pasando) verán además el fondo que encierra la historia y que, como en todo lo que escribo, tiene una carga de profundidad fuerte, algo que lleva a la reflexión y queda en la memoria.
Agradezco a los que me han enseñado que en la vida nada es blanco o negro, que las personas cambian y las apariencias engañan, que las circunstancias influyen en cómo somos y que nuestro libre albedrío es el que marca la diferencia. También agradezco a los manipuladores, narcisos y perversos (o perversas) que me he cruzado en el camino. Sin esas enseñanzas no podría haber escrito esta historia que ahora llega de manos de la Editorial Sargantana. Y mis lecturas de infancia también han contribuido a crear este nuevo mundo que es Arlodia y a su personaje principal, Frederick von Tirpen.