Si algo tiene de bueno Amazon y alguna otra librería digital es el control absoluto que tiene el autor sobre su obra y cómo gestionarla. Desde que subí «El final del ave Fénix» he realizado muchos cambios. La portada sin ir más lejos, aconsejada por lectores que comentaban que no se leía bien el título y tenían razón. Los lectores de libros electrónicos no limitan a la lectura su afición al mundo digital y suelen ser personas que se mueven por las redes sociales y los foros, y agradecen poder comentar con el autor aspectos de su obra. Y he comprobado que son generosos porque me han ayudado de muchas formas, desde mejorar mis conocimientos de maquetación hasta los cambios de la propia web o la portada. Incluso me impulsaron a incluir una Nota de la autora.

Muchos me hacían preguntas por privado sobre cosas muy concretas y fui consciente que el lector tenía curiosidad por ellas, así que redacté un apéndice contestando a esas dudas, que ahora está al final del libro como Notas de la autora y que espero que a muchos les resuelva esas pequeñas curiosidades.

Pero con todo lo más significativo es el dominio sobre el precio de venta. Yo lo he puesto a muchos, nunca por encima de 5$ y he ido comprobando qué efecto tiene sobre las ventas. Hace tres meses más o menos realicé el experimento de poner la novela a un precio testimonial de 1€ animada por otros amigos/compañeros escritores que decían que era la clave para lanzar el libro si este gustaba al público. El resultado de aquel experimento ya lo conté en otra entrada del blog, pasó sin pena ni gloria y dio lugar a un debate muy interesante. Pero aquel experimento no fue valido por varias razones. Coincidió con que Amazon España acababa de arrancar con la venta de libros digitales unos días antes y los compradores seguían en su mayoría en el dominio .com; donde tuve la desgracia de no darme cuenta hasta casi dos meses después de que me habían sacado incomprensiblemente de la lista de libros en español. Mi libro era invisible en amazon.com salvo que alguien lo buscara de manera explícita. En esas condiciones ―lo solucionaron después e una semana de intercambiar correos a finales de enero― era difícil que la oferta llegara a ojos de nadie y ahí quedó el experimento.

Este mes de febrero repetí el intento ante la constatación de lo que había pasado en el listado de Amazon. Al precio anterior de 3,69€ estaba funcionando bien y ya se había metido en el Top100 de Amazon, pero iba despacio para lo que era el movimiento de otros libros así que marqué de nuevo el precio a 0,93€. Y esta vez sí que el cambio fue radical, nada que ver con lo sucedido en diciembre. Lo que era una lluvia fina, un goteo constante, comenzó a arreciar y en dos semanas el panorama había cambiado como ante el estallido de una tormenta de verano. A partir de ahí la novela se colocó en los primeros puestos de sus categorías en varios dominios, sobre todo en España, USA y Reino Unido. La sensación fue un empate entre la alegría y la perplejidad, con una pizca de pena. Pena de ver que era cierto que para que un lector se decida cuando eres poco conocido tienes que dejar a tu niño en cueros, incluso tratándose de una obra editada en papel por una editorial y disponible en las librerías al precio de 22€. Pero así funciona internet y la confianza se gana partiendo de cero y haciendo que el lector arriesgue poco. Varios lectores incluso me escribieron preguntándome si me había vuelto loca, pero el resultado avala la medida.

Ahora me planteo subir mi nueva novela, «Las guerras de Elena». Es inédita y no creo que sea lógico ponerla a un precio semejante salvo para su lanzamiento inicial, pero el tiempo dirá que es lo adecuado y hasta donde valoran los lectores la novela. Si alguien quiere opinar, estaré encantada de leer vuestros comentarios.

Como la pregunta inmediata de algunos será «¿Para cuándo?» la contesto ya. No lo sé todavía. Yo querría subirla antes de terminar marzo, pero mi agente está esperando una contestación. Si «El final del ave Fénix» ha alcanzado las ventas que tiene ahora mismo en Amazon a pesar de que fue publicada por dos editoriales en papel con unas ventas aceptables, razón de más para que una obra inédita funcione empezando de cero. Así que confío en que «Las guerras de Elena» pronto verá la luz.

Hasta entonces, como decían en los antiguos programas de radio, manténganse a la escucha.