Siempre se ha dicho que el trabajo de escritor es solitario, y es cierto. Ya lo comenté hace tiempo en el blog. Es una actividad difícil de entender por quienes te rodean, te miran como si te hubieses vuelto un poco loca o ya no transitaras por este planeta como una simple mortal, aunque sigas siendo la misma que va a Mercadona, viaja en bus o se emociona con una puesta de sol. Te pasas horas, sin importar si es de día o de noche, sentada frente a la pantalla...