Se acaba el año y, con franqueza, si escribo lo que me pide el cuerpo os pringo a todos. Así que contendré mis impulsos e intentaré hacer un balance más o menos positivo. No soy amiga de airear temas personales, pero solo diré que no ha sido el mejor año de mi vida. Tampoco el peor, que a estas alturas ya he pasado mucho, pero sí lo suficientemente malo como para que permanezca en la memoria a pesar de lo que me gustaría olvidarlo. Por otro lado me ha ayudado a...

Tal vez por ser víspera de Noche Buena estoy más «moñas» que de costumbre. De hecho no suelo estarlo, pero es que se han juntado varias cosas que me han dejado ese estado melancólico-triste-esperanzado que suele impregnar las Navidades a partir de ciertas edades. Y encima una mala, muy mala noticia, ha venido a teñir aún más de negro ese estado de ánimo. Pero me centraré en las alegrías por aquello de potenciar lo positivo.Una de esas alegrías que hacen confiar en que el ser humano puede hacer grandes cosas...

Hace un par de semanas deshacía el mito de que ser escritor o vivir de vender libros es jauja. Y entonces me refería solo a las ediciones de papel. Me quedó pendiente comentar aquella otra afirmación, repetida hasta la saciedad por los internautas/twiteros de que los libros electrónicos son caros, que deberían ser casi gratuitos ya que no tienen costes asociados (uno o dos o más años de trabajo no cuentan) y que las editoriales los ponen muy caros para forrarse y si los bajaran de precio venderían por castigo....

Conocí el proyecto por casualidad, por esas cosas que tienen las redes sociales que hablas con unos y otros, sobre todo con colegas de profesión o afición, y en cuanto me lo propusieron no pude decir que no. Fue Juande Garduño el que nos lió a todos en esta aventura. Me comentó que conocía el trabajo de una ONG de su pueblo, «Matrioska-Fons Mellaria», cuyo propósito o razón de ser es traer niños de Ucrania, de la zona afectada por la tragedia de Chernóbil en la que a pesar de...

Llevo unos días comentando en Twitter temas relacionados con la descarga de los libros electrónicos, las ventas en papel, los derechos de autor… y en esas idas y venidas de Tweets han salido algunas de esas leyendas urbano-literarias que tanto me gustan.Las más recurrentes han sido: una, que los escritores vienen a ser una especie de vagos endiosados y muchimillonarios que pretenden vivir durante toda su vida de las ventas de un solo libro ―que sería el equivalente, pongamos, a uno o dos años de trabajo, aunque muchos lleven mucho...

Hemos celebrado hace poco el día de las librerías, lugares llenos de historias maravillosas tanto por lo que contienen sus anaqueles como por las vivencias y anécdotas que los libreros pueden contar, pero cuya propia historia parece hoy amenazada  ante la llegada del libro digital. Durante años, incluso siglos, fueron lugares de encuentro, de pasar horas acariciando lomos, leyendo contraportadas o incluso capítulos enteros. Lugares en los que con la complicidad del librero descubrir pequeñas joyas, acertar en el regalo  adecuado para aquel familiar de gusto caprichoso o el libro adecuado...

Hace un rato he vuelto de la presentación del libro «El último barco a América» de Paco López Mengual,  un tipo encantador, y me decía a mí misma que no entiendo por qué  la gente tiene esa visión gris y aburrida de las presentaciones de libros, porque yo me lo paso fenomenal y por las caras que veía de todos los que han acudido hoy, ellos  también. Incluso algún despistado que estaba allí leyendo sin saber qué iba a acontecer, ha preferido dejar su libro ―como él mismo nos ha...

Un tema vidrioso en este país es el de los premios literarios. Recuerdo cuando terminé mi primera novela y por los comentarios de unos y otros empecé a considerar la posibilidad de publicarla. Sin conocer a nadie en este mundillo se me antojaba un imposible, y como muchos otros autores noveles antes y después que yo, me decidí a enviarla a un premio, el primero que se convocaba en el calendario tras tomar aquella insensata decisión. Pues de eso quiero hablar, de lo que parecen catapultas literarias y pueden ser sepulturas. En...

Que el tema de ETA me indigna no es nuevo y bastantes disgustos me ha costado. Cuando escribía en prensa dediqué varios artículos al tema  ―«La Serpiente y el camino» (5/01/08), «48horas, hace 11 años» (05/07/08), «El flotador Etarra» (06/11/10) o «Vuelven a casa, vuelven» (15/01/11), premonitorio  este último―. Y esta semana ha sido para no olvidar, empezando con el teatrillo montado en San Sebastián y acabando con la declaración de ETA. Si hay un lema que siempre me ha dado grima, incluso miedo, es el de que el fin justifica...